🌿 Marcha Mundial de la Marihuana 3 de Mayo

Este sábado 3 de mayo, miles de personas van a copar las calles de la Ciudad de Buenos Aires para una nueva edición de la Marcha Mundial de la Marihuana.
La concentración arranca a las 14:20 hs en Plaza de Mayo, y la columna avanza hacia el Congreso de la Nación, donde se leerá el documento oficial, habrá música, feria cannábica, stands informativos y mucho agite cultural.

Pero más allá de la celebración, la Marcha es un acto de resistencia colectiva.
Este año, el reclamo se mantiene firme y urgente:

Por una nueva ley de drogas con perspectiva de derechos humanos. ¡Basta de personas presas por marihuana!

✊ ¿Por qué marchamos?

Porque en Argentina sigue vigente una ley de drogas vieja, injusta y punitiva (Ley 23.737), que criminaliza el consumo, el autocultivo y hasta la tenencia mínima.
Porque seguimos viendo causas armadas, allanamientos violentos y gente detenida por tener una planta.

Marchamos usuarios, cultivadores, profesionales, familias, pacientes, emprendedores, organizaciones y personas que entendemos que el cannabis no es delito, es salud, es cultura, es trabajo.

🚫 ¿A quiénes afecta esta ley?

  • A quienes cultivan para sí y son perseguidos por plantar.

  • A jóvenes de barrios populares detenidos por mínima tenencia.

  • A madres que cultivan para cuidar a sus hijos.

  • A pacientes medicinales que siguen enfrentando trabas, demoras o causas judiciales.

  • A comunidades originarias criminalizadas por prácticas ancestrales.

  • A personas trans, mujeres y disidencias que sufren violencia institucional.

  • A quienes buscan alternativas a psicofármacos y son castigados por elegir cannabis.

  • A emprendedores del sector que siguen en la informalidad por falta de una regulación justa.

📢 ¿Qué exigimos?

 

  • Una nueva ley de drogas, con enfoque en derechos humanos, salud pública y justicia social.

  • Amnistía y reparación para todas las personas criminalizadas por cannabis.

  • Aplicación retroactiva de la Ley 27.350, y sobreseimiento de causas.

  • Una regulación comunitaria y federal que contemple a cultivadores, usuarios y trabajadores del sector.

  • Fin de la violencia institucional. Capacitación obligatoria en derechos humanos.

  • Reconocimiento del trabajo cannábico como actividad lícita y digna.

  • Difusión de información científica, accesible y culturalmente relevante.